La Endodoncia consiste en la eliminación de la pulpa dental o “nervio” del diente cuando este se inflama o infecta. Esto puede ser debido a diferentes causas como caries profundas, traumatismos, fracturas o fisuras…
El dolor dental es la principal causa de visita al odontólogo, y a menudo responde a dolor de origen pulpar. Cuando el daño producido en la pulpa por alguno de los procesos descritos anteriormente es irreversible se lleva a cabo el tratamiento de endodoncia o desvitalización del diente.
En la endodoncia se elimina la pulpa enferma y todos los gérmenes que puedan estar contaminando el interior del diente. El espacio creado, se rellena con un material estable, bien tolerado por el organismo y que tiene que evitar la posterior contaminación.
Después de realizar una endodoncia, se tiene que proceder a la reconstrucción adecuada del diente tratado para evitar posibles fracturas y filtraciones que podrían contaminar el tratamiento realizado.
Debido a un traumatismo antiguo, la raíz del incisivo central superior izquierdo no se desarrolló de forma correcta. Gracias a los materiales biocompatibles que tenemos se pudo eliminar el foco infeccioso y regeneral al hueso alrededor de la raíz.
Una recidiva de una caries debajo de un composite antiguo ha provocado la necrosis o muerte de la pulpa del premolar superior izquierdo. Gracias a la endodoncia se ha curado el foco de infección de la raíz.
Una endodoncia realizada hace mas de 10 años en un molar inferior debajo de un puente da signos y síntomas de fracaso con una imagen de perdida ósea alrededor de la punta de la raíz. Un nuevo tratamiento de Endodoncia realizado con la aparatología que disponemos hoy en día ha resuelto el foco.